Soledades encontradas en el camino
Dulce sinfonía de guerra y paz
Guerra de besos
Paz en los brazos.
Los atardeceres rojos
Fueron vistos desde el profundo
Bosque interminable
Fresco y lluvioso.
Tal vez puedas sentir
Lo que los ojos ven
Armonía del sentir
Cuando volvemos a nacer.
Sabido es que seres de luces
Y sombra somos
Luces de vida
Sombras de amor.
Tarde se hace la noche
Donde duendes en el bosque
Corren y cantan
Para sentirlos sin creer.
Que lo mágico y natural
Suele pasar
Cuando menos lo pensamos
Volvemos a soñar.
creo en los duendes!!! hermosa poesía... te mando un abrazo gabriel!!!
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