Aquí estoy con las manos vacías
Y el alma entera para dar
Tristes caminos
Fui recorriendo.
Pero me enseñaron a conocer
Lo que dentro de mí había
Un fuego creciendo lentamente
Escondido en el destino.
Las piedras de mi coraza
Fueron cayendo una a una
Demostrando la sangre caliente
Que una vez ofrecí.
Sin querer en tu voz me acuné
Tibios dolores fui sintiendo
Cada vez de escucharte
El corazón latiendo.
Todo y nada al mismo tiempo
El fin del mundo en tus brazos
Quiero esperarlo quieto
Para sentirme encontrado y vivo.
Cada momento es pasajero
Y fui aprendiendo
Que el coraje de amar
Solo nace en la correntada.
Que me rodea y acaricia
A cada mirada que doy
El brillo del atardecer
Me enceguece una vez más.
Gab.
15/03/10
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