El dolor trae el viento que acaricia
El rostro adormecido por las lágrimas
Que surcan los ojos para descansar
En las manos que ahuecan el corazón.
Sin razón tomo el día
Para convertirlo en noche
Consciente del temor
De soñarte otra vez.
De mi piel se desprenden
Las obscuridades que migran
A un destino mejor que la vida
No supo encontrarle.
El atardecer suspira en mis labios
Recordando tiempos lejanos
En que era el príncipe
De todos tus cuentos.
Alguna vez me leíste
Lo sé porque lo sentí
En mis huesos cuando recorrías
Mis letras como un camino.
Aquel tiempo quedó atrás
En donde ya no puedo
Entrar en tus sueños
Para acunarte.
Tibios amaneceres
Fueron sucediendo
Como arena seca
Escurre en los dedos.
Más no permito se empañe
Todo el amor que tuve
Sigue siendo el faro
Que me ilumina.
No importa que ya me olvides
No importa que ya no me hables
No importa que ya no me abraces
No importa que ya no me ames.
Yo sigo aquí esperando
Ansioso que leas
Mis palabras desnudas
Como siempre lo hice.
El ocaso está llegando
Es hora de volar profundo
Dentro de tu corazón
Para abrigarte del otoño.
Me pierdo y me encuentro
Todo y nada a la vez
Es momento de besarte
En sueños otra vez.
hermosa poesía Gabriel!!! siempre es un gusto y placer, leer tus escritos....hay un faro en tu camino que sin duda ilumina tu vida,...un abrazo!!
ResponderEliminarel mas profundo amor es aquel que se resigno a ser invisible ,Una de las cosas mas lindas que leí no dejes de escribir nunca Gaby abrazos
ResponderEliminar